Hay muchas razones para terminar leyendo un libro. Los libros caen en nuestras manos o pasan frente a nuestros ojos o están cerca de nosotros. Pero sólo unos pocos acaban siendo leídos.Hay libros que se leen porque nos gusta la portada (y si no que se lo digan a las fotografías de Anagrama). Hay libros que se leen por las ilustraciones (y ahí están algunos de los grandes primores de Siruela). Hay libros que se leen (o se leerían) por el título mismo (y en eso Javier Marías es el maestro). Otros libros los leemos porque nos los ha regalado una persona querida (o un enemigo, vete tú a saber). O porque nos los ha recomendado un amigo lector (si es que quedan aún de esos en tu club).
El libro Bicicletas blancas de Marisa López Soria (escritora murciana, de saga y de raza) se puede leer por muchas razones:
-Porque es una obra juvenil de amena lectura (para hacerlo como solía la hermana de Alicia: debajo de un árbol y en la siesta).
-Porque pega, y mucho, de cara al verano.
-Porque es un diario y los diarios tiene un encanto especial (¿o no es así?).
-Porque es una forma de pasar por Ámsterdam (si aún no lo has hecho).
-Porque habla de gatos y de bicicletas y de familias que son normales y no lo son a un tiempo.
-Porque así recuerdas o conoces el Diario de Ana Frank (obra de obligada lectura).
-Y porque sí. Porque te lo mereces.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
Autora: Marisa López Soria.
Título: Bicicletas blancas.
Editorial: Espasa.
EN NUESTRA BIBLIOTECA PÍDELO POR SU NOMBRE:
82-93-LOP-bic
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